Nuestra herencia cultural se distingue por la calidez, las expresiones afectivas, la empatía profunda y una alegría que nos es intrínseca. Estas cualidades se manifiestan plenamente cuando compartimos un mismo espacio físico. La interacción cara a cara no solo mejora la comunicación y facilita la comprensión mutua, sino que también fortalece vínculos duraderos y genuinos entre colegas.
Por otro lado, el trabajo presencial en Puerto Rico permite que nuestras tradiciones de compañerismo y celebración tengan un lugar destacado en el ámbito profesional. Desde el café mañanero compartido en la cocina hasta las celebraciones de logros del equipo, estos momentos fortalecen el sentido de comunidad y pertenencia, aspectos fundamentales para una cultura organizacional sólida y unida.
Mientras valoramos la flexibilidad del trabajo remoto, es imperativo reconocer y cultivar las fortalezas de nuestro entorno laboral presencial. Esto no solo beneficia nuestra salud emocional y profesional, sino que también impulsa nuestra economía local y refuerza nuestra identidad cultural.
Invito a todos mis colegas a reflexionar sobre cómo el trabajo presencial ha enriquecido sus experiencias laborales y a compartir esos momentos que han marcado la diferencia en su crecimiento profesional y personal.
Autor
El Dr. Gilberto Crespo es un experto en tecnología e investigador en seguridad de la información. Ha estado trabajando durante más de 24 años en las industrias de tecnologías de información, ciberseguridad, financiera, educación, coaching de vida y es conferenciante de motivación y liderazgo.