De seguro has escuchado la palabra indispensable o imprescindible. Mayormente entre colegas de trabajo, para referirse a alguien sin quien no sería posible hacer algo. Puede ser para realizar una tarea bien específica donde es necesario que quien la vaya a ejecutar tenga los conocimientos, capacidades y destrezas necesarias para lograrlo, o de lo contrario, no se podría hacer. En otras palabras, no se puede prescindir de esa persona. |
Hasta hace poco, el mencionado dicho me retumbaba una y otra vez en la cabeza. No dejaba de pensar en ello día y noche. ¿Por qué? Bueno, por desconocimiento, siempre pensé que poseía ciertas cualidades y destrezas que, como empleado, me hacían un recurso indispensable. Aunque esto va a depender de muchos factores más allá de las capacidades, atributos, conocimientos y destrezas que uno posea, existe una teoría que puede explicar mi desconocimiento. De seguro podría aclarar también cualquier duda que tengas, sobre si eres o no, un recurso imprescindible para la empresa en que trabajas.
Antes de ir directo a la teoría, es importante entender que toda empresa u organización con fines de lucro, busca en esencia eso mismo, obtener un beneficio, en este caso monetario por los productos o servicios que ofrece. No sólo eso, sino que también buscan, de múltiples formas, tener una o varias ventajas competitivas sobre su(s) competidor(es), de manera que garanticen tener la mayor cantidad de ventas o consumo, por partes de sus clientes. Para ello, dueños y administradores de empresas se han valido de los hallazgos de investigaciones y estudios científicos de diferentes disciplinas, principalmente de la psicología y conducta humana, así como de economía y finanzas, con el propósito de identificar las diferentes formas en que pueden maximizar sus ventajas de comercialización y ofrecimientos, más allá de las estrategias de mercadeo.
Se han investigado y desarrollado múltiples marcos teóricos para explicar las diferentes formas de cómo las organizaciones pueden lograr obtener una ventaja competitiva sostenida y obtener los mayores beneficios sobre sus competidores. Dentro de estas teorías, existe una en particular que es la que da origen a este artículo, Visión Basada en los Recursos de la Empresa o “Resource Based View of the Firm” (RBV por sus siglas en inglés), de Jay Barney y Edith Penrose.
En arroz y habichuelas, esta teoría expone que las empresas poseen recursos o un conjunto de éstos, que les permiten tener una o varias ventajas competitivas sostenidas a través del tiempo. Estos recursos deben ser valiosos, únicos o raros, inimitables y no sustituibles.
Ahora bien, y aquí lo que más me llamó la atención de la teoría, dentro de los recursos que posee una empresa, se encuentran sus empleados. Aunque todos los empleados cuentan con múltiples destrezas y conocimientos, no todos disponen de unos atributos únicos o “exclusivos”, por más que así lo quisiera la organización. Son conocimientos y destrezas generales que son de importancia para la operación y ejecución de tareas diarias. Sin embargo, si dentro de estos empleados existe alguno que posea habilidades, conocimientos y destrezas únicos o bien específicos y complejos, de valor, y que a su vez sean requeridos en otras organizaciones, entonces ese empleado podría convertirse en un recurso imprescindible que permita a la empresa tener una ventaja competitiva sostenida.
Así que, no estaría demás que hicieras un inventario para identificar todas aquellas destrezas, habilidades o cualidades, y conocimientos que poseas que le permitan a la empresa donde trabajas, tener una ventaja competitiva. De lo contrario, mi sugerencia sería que hagas un análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA), y que trabajes sobre éstas. Más aún, si puedes hacer una especialización en tu área o industria, o aumentar tus conocimientos en la realización de tareas de una forma única, de seguro te permitiría tener mejores oportunidades de ascenso, así como de retención de empleo. Dependiendo de cuán exclusivos sean tus atributos, la evolución de cómo se hacen unas tareas y procesos, o la manera en que se ofrecen unos servicios por parte de la empresa donde laboras, pudiera ser que, en un momento u otro, puedan prescindir de tus servicios. A la larga, nadie es imprescindible eternamente. Siempre habrá una persona, proceso o tecnología que haga lo que difícilmente tú puedes hacer ahora, aunque el contexto histórico cambie. De aquí lo maravilloso del ser humano y su capacidad de adaptación, así como de la maximización y explotación de los recursos de las empresas.
Autor:
Gilberto Crespo, MSCE, CDIA+, CIP, ITILv3
Computer Engineer & Entrepreneur