En la actualidad, vivimos en la era interconectada y de redes sociales. Los famosos "Millenials", así como la generación emergente de "Centenials", están tan conectados al Internet, y pasan tanto tiempo compartiendo casi todo sobre sí mismos, que ya ni se imaginan vivir sus vidas de otra manera. Esto es, sin tener una presencia en línea, en comunidades virtuales y redes sociales, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año.
Estas dos generaciones comparten cada detalle de sus vidas en plataformas sociales y aplicaciones de mensajería instantánea. Comparten una gran cantidad de contenido como fotos, mensajes, audio, videos, animaciones y hasta las temerosas coordenadas de su geolocalización (ubicación exacta en el planeta tierra). Pero, ¿y cuál es el problema con todo esto? No es que sea malo compartir contenido con familiares y amigos, compañeros de trabajo y colegas, o incluso con extraños o personas desconocidas, si las tendencias tecnológicas y estilos de vida, nos lo permiten. Ahora bien, ¿cuál podría ser el precio de un solo “post”?
La mayoría de las personas instantáneamente comparten todo, a veces sin considerar las consecuencias de lo que publican. Tal vez el "post" es sólo eso, algo simple, sin importancia ni significado. Pero, hay otros "posts" que podrían costar el trabajo, una oportunidad de empleo, el matrimonio, una relación o amistad, e incluso la vida, si estás publicando exactamente dónde y con quién estás.
Podrías decir que es sólo por diversión, pero ¿sabías que, al compartir una gran cantidad de información, estás perdiendo la privacidad e incluso comprometiendo tu identidad? Permíteme ilustrar cuán grave puede ser esto.
Digamos que estás solicitando un nuevo trabajo, y estás ya en la tercera fase de la entrevista. Ahora al gerente de contratación o persona de recursos humanos te deja saber que van a realizar una verificación de antecedentes. Aquí es donde se vuelve interesante. Este personal sabe que hoy día casi todo el mundo tiene por lo menos uno o dos perfiles en las redes sociales. Ellos harán un escrutinio a través de los motores de búsqueda, para ver lo que pueden encontrar sobre ti. Ding-dong. ¡Sorpresa! El motor de búsqueda encontró algunas fotos y mensajes tuyos en Facebook y en Instagram. Lo malo es que esas fotos y mensajes son tan locos y/o comprometedores, que ahora lo pensarán dos veces antes de contratarte. Sin embargo, simplemente te estabas divirtiendo e interactuando con tus comunidades y amigos, no estabas haciendo nada malo. Parte del problema es que olvidaste configurar las opciones de privacidad y seguridad de esas dos plataformas sociales. Debido a eso, cualquier persona con una búsqueda simple, puede encontrarte, compartir y descargar cualquier contenido sin tu permiso, e incluso sin que te des cuenta.
Otro escenario podría ser que estás publicando mensajes negativos sobre un jefe, el trabajo o alguna situación en la oficina; y tiene algunos de tus colegas en tu red social. Imagina que uno de ellos te tiene envidia y celos profesionales debido a tu éxito en el trabajo. Con una simple foto de pantalla ("screen shot"), se la puede mostrar a tu jefe, no sólo poniéndote en riesgo a ti, si no tu trabajo. ¿Vas captando el mensaje?
Vamos a ponerlo un poco más tenebroso. Estás viajando a otra ciudad o país, y desea que todos en tu red sepan que llegaste sano y salvo, por lo que hace un "check-in" en tu perfil de Facebook o comparte su geolocalización que indica exactamente dónde estás en ese momento. Genial, ¿verdad que sí? Pero, ¿sabías que hay ladrones allá fuera buscando oportunidades como ésta? Una casa vacía por varios días, ya que el dueño está de viaje... Como compartiste esa información en tus redes sociales, le hiciste el trabajo más fácil.
Hay un último escenario que me gustaría que también consideraran. ¿Qué tal de la ética y la empatía? Hay muchas personas que comparten "posts" que pueden ser ofensivos o delicados para otras personas. En la actualidad, es común ver imágenes de accidentes y de personas o animales desmembrados o mutilados, entre otros. ¿Alguna vez has considerado cómo te sentirías si algunas de esas personas desmembradas es un ser querido tuyo? ¿Te gustaría ver violentada su privacidad o su memoria? Piensa dos veces antes de compartir este tipo de contenido, porque la gente que los ve podría resultar herida, si es un familiar cercano, y otras podrían considerarlo grotesco o que hiere sensibilidades.
El propósito no es crear pánico, ni hacer ver que las redes sociales son malas. Sólo quiero que consideres y tomes de forma seria y cuidadosa lo que estás compartiendo en Internet, que seas más consciente de la información que puedes compartir, a la vez que cuidas y mantienes tu privacidad. Recuerda que sólo toma un par de "clics" y minutos para que configures las opciones de privacidad y seguridad de cada uno de tus perfiles. Esto te puede proteger bastante, aunque aun haciendo eso, no significa que toda tu información y contenido compartido estará seguro. Siendo así, ¡mucha discreción con lo que compartes y publicas!
Autor: Ing. Gilberto Crespo, MSCE, CDIA+, CIP, ITILv3
Computer Engineer & Blogger
La mayoría de las personas instantáneamente comparten todo, a veces sin considerar las consecuencias de lo que publican. Tal vez el "post" es sólo eso, algo simple, sin importancia ni significado. Pero, hay otros "posts" que podrían costar el trabajo, una oportunidad de empleo, el matrimonio, una relación o amistad, e incluso la vida, si estás publicando exactamente dónde y con quién estás.
Podrías decir que es sólo por diversión, pero ¿sabías que, al compartir una gran cantidad de información, estás perdiendo la privacidad e incluso comprometiendo tu identidad? Permíteme ilustrar cuán grave puede ser esto.
Digamos que estás solicitando un nuevo trabajo, y estás ya en la tercera fase de la entrevista. Ahora al gerente de contratación o persona de recursos humanos te deja saber que van a realizar una verificación de antecedentes. Aquí es donde se vuelve interesante. Este personal sabe que hoy día casi todo el mundo tiene por lo menos uno o dos perfiles en las redes sociales. Ellos harán un escrutinio a través de los motores de búsqueda, para ver lo que pueden encontrar sobre ti. Ding-dong. ¡Sorpresa! El motor de búsqueda encontró algunas fotos y mensajes tuyos en Facebook y en Instagram. Lo malo es que esas fotos y mensajes son tan locos y/o comprometedores, que ahora lo pensarán dos veces antes de contratarte. Sin embargo, simplemente te estabas divirtiendo e interactuando con tus comunidades y amigos, no estabas haciendo nada malo. Parte del problema es que olvidaste configurar las opciones de privacidad y seguridad de esas dos plataformas sociales. Debido a eso, cualquier persona con una búsqueda simple, puede encontrarte, compartir y descargar cualquier contenido sin tu permiso, e incluso sin que te des cuenta.
Otro escenario podría ser que estás publicando mensajes negativos sobre un jefe, el trabajo o alguna situación en la oficina; y tiene algunos de tus colegas en tu red social. Imagina que uno de ellos te tiene envidia y celos profesionales debido a tu éxito en el trabajo. Con una simple foto de pantalla ("screen shot"), se la puede mostrar a tu jefe, no sólo poniéndote en riesgo a ti, si no tu trabajo. ¿Vas captando el mensaje?
Vamos a ponerlo un poco más tenebroso. Estás viajando a otra ciudad o país, y desea que todos en tu red sepan que llegaste sano y salvo, por lo que hace un "check-in" en tu perfil de Facebook o comparte su geolocalización que indica exactamente dónde estás en ese momento. Genial, ¿verdad que sí? Pero, ¿sabías que hay ladrones allá fuera buscando oportunidades como ésta? Una casa vacía por varios días, ya que el dueño está de viaje... Como compartiste esa información en tus redes sociales, le hiciste el trabajo más fácil.
Hay un último escenario que me gustaría que también consideraran. ¿Qué tal de la ética y la empatía? Hay muchas personas que comparten "posts" que pueden ser ofensivos o delicados para otras personas. En la actualidad, es común ver imágenes de accidentes y de personas o animales desmembrados o mutilados, entre otros. ¿Alguna vez has considerado cómo te sentirías si algunas de esas personas desmembradas es un ser querido tuyo? ¿Te gustaría ver violentada su privacidad o su memoria? Piensa dos veces antes de compartir este tipo de contenido, porque la gente que los ve podría resultar herida, si es un familiar cercano, y otras podrían considerarlo grotesco o que hiere sensibilidades.
El propósito no es crear pánico, ni hacer ver que las redes sociales son malas. Sólo quiero que consideres y tomes de forma seria y cuidadosa lo que estás compartiendo en Internet, que seas más consciente de la información que puedes compartir, a la vez que cuidas y mantienes tu privacidad. Recuerda que sólo toma un par de "clics" y minutos para que configures las opciones de privacidad y seguridad de cada uno de tus perfiles. Esto te puede proteger bastante, aunque aun haciendo eso, no significa que toda tu información y contenido compartido estará seguro. Siendo así, ¡mucha discreción con lo que compartes y publicas!
Autor: Ing. Gilberto Crespo, MSCE, CDIA+, CIP, ITILv3
Computer Engineer & Blogger
